Frases célebres

"La salud no lo es todo pero sin ella, todo lo demás es nada." Schopenhauer
"Parte de la curación está en la voluntad de sanar." Séneca

martes, 1 de julio de 2014

Hongos en los pies

     Deberíamos diferenciar primero las infecciones por hongos en los pies, y las infecciones por hongos en las uñas. En ambos casos, estas infecciones las causan hongos similares al moho, que viven en el tejido muerto de la piel, el pelo y las uñas. Crecen en ambiente húmedo y cálido, y se pueden contraer por estar en contacto directo con una persona u objeto que contenga los hongos y por esto hay factores predisponentes como: el calzado cerrado, las duchas y piscinas, tener lesiones leves en las uñas o tener alguna deformidad o enfermedad en las uñas, de ahi que los atletas y las personas con excesiva transpiración en los pies sean los más propensos a contraer hongos.
- Hongos en los pies: comunmente conocido como pie de atleta es una infección de los espacios entre los dedos de la planta del pie. También se llama tiña podal o tinea pedis. Suele aparecer entre el 4º y el 5º dedo. Puede identificarse por el aspecto de la piel, que se ve seca, agrietada o escamosa. La piel se descascara y la infección puede quemar o producir picazón. Algunos casos incluyen ampollas y piel lacerada. Es más copmún en adolescentes.


- Hongos en las uñas: La tiña de las uñas (tiña ungueal u onicomicosis) puede afectar a una o más uñas de manos o pies. Este tipo no es nada frecuente antes de la pubertad y suele ir precedida de una infección por hongos en los pies. La paroniquia es una forma especial de hongos en las uñas. Se inicia en el pliegue alrededor de la uña. Se ve hinchado, rojo y doloroso, pudiendo salir exudado. Después, se extiende al resto de la uña.


Síntomas?
     En el pie de atleta hay enrojecimiento, picor, sensación de quemazón, grietas o descamación entre los dedos de los pies, ampollitas o pequeñas escamas en la planta del pie y mal olor. Tambien puede asociar hongos en otras partes del cuerpo.
     En el caso de las uñas, éstas pueden ser frágiles, decoloradas, blanquecinas o amarillentas, engrosadas, levantadas y rotas, e incluso producir mal olor y dolor.
Diagnóstico
     No sólo los hongos del pie de atleta causan irritación del pie. Múltiples enfermedades, como el eccema y la psoriasis interdigital pueden ocasionar síntomas parecidos, por lo que en ocasiones el diagnóstico es incorrecto, pues se trata en realidad de otra dolencia que no es causada por pie de atleta, lo que genera a su vez un tratamiento incorrecto, que incluso puede agravar el problema. Por ello, es importante acudir a un especialista, ya que como decimos, aunque en ocasiones el diagnóstico es "fácil" y puede realizarse a simple vista, en ocasiones requerirá de la toma de muestra raspando la zona afectada, para realizar un examen directo en busca de hifas características del hongo y para llevar a cabo la siembra de un cultivo micológico, con objeto de identificar el organismo causante
Tratamiento
     El tratamiento consiste en la utilización de un antimicótico, bien por vía oral o tópica. Por vía tópica la desaparición completa del dermatofito es difícil: un 65% de los pacientes vuelven a experimentar la enfermedad en un plazo de dos años. Para estas recaídas son de utilidad los antimicótico por vía oral. No obstante, se trata de un tratamiento largo: en el caso de las uñas de los pies llega a los dos o tres meses, y puede ser conveniente seguir con la medicacion hasta una o dos semanas después que desaparezca la infección, para evitar que vuelva a salir.
     Las infecciones de las uñas son difíciles de tratar, y aunque los medicamentos pueden eliminar el hongo en la mitad de las ocasiones, en algunos casos el podólogo puede decidir que lo mejor es quitar la uña.
Cómo prevenirlo
- Llevar una buena higiene: ducharse después de practicar deporte. Intentar mantener los pies limpios y secos, sobre todo entre los dedos, secándolos bien después.
- Usar chanclas en vestuarios, duchas públicas y piscinas.
- Cambiarse los calcetines con frecuencia, al menos una vez al día.
- Lavarse las manos a menudo, sobre todo después de tocar animales.
- Utilizar talcos antimicóticos o de secado para prevenir el pie de atleta si la persona es susceptible o frecuenta áreas donde el hongo es común.
- Usar zapatos bien ventilados. Evitar los zapatos con revestimiento plástico.
- No compartir utensilios para el corte de las uñas de las manos y los pies.